En 1.065 el Condado de Castilla se independizó. Se unió con el de León pero volvieron a separarse.
A finales del siglo XII, el rey de Castilla Alfonso VIII, con un fin comercial y militar, creó y potenció puertos en el trozo de costa que tenía su reino. Varias poblaciones costeras recibieron fueros y eso atrajo a la población. Vivir en uno de estos puertos, ubicados en lo que hoy es Cantabria y Guipúzcoa, significaba vivir con privilegios fiscales.
Laredo fue uno de estas Villas y en 1.200 obtuvo su fuero: un conjunto de beneficios y una jurisdicción extensa, lo que trajo consigo un crecimiento poblacional, económico y urbano. Las nuevas villas aforadas pasaron a ser de realengo, no teniendo por encima a ningún Señor o Monasterio salvo al Rey. En aquellos tiempos era una gran ventaja tanto para los habitantes como para el Rey, que tenía un mayor control militar sobre el territorio sin Señores o Monasterios intermediarios y muy pronto, el nieto de Alfonso VIII, utilizaría este poder para algo que cambió Laredo para siempre.
¿Has visto la película de Robbin Hood? Alfonso VIII, el rey que creó el fuero de Laredo, estaba casado con la hermana de Ricardo Corazón de León.
BIBLIOGRAFÍA